Si hasta hace una década el porteño promedio no sabía lo que era un foodtruck, en los últimos años, como mínimo, escuchó hablar de ellos. Los puestos de comida sobre ruedas se multiplicaron en eventos gastronómicos, impulsaron una moda foodie y hasta obligaron a la Legislatura a aprobar una ley para reglamentar su habilitación.
Ahora el formato ambulante parece expandirse hacia otros rubros, más precisamente el de la moda y la cosmética. Una vez más, la tendencia es importada. En Estados Unidos, por ejemplo, la American Mobile Retail Association (AMRA) contabilizaba en 2014 unos 500 fashion trucks o boutiques nómades recorriendo el país del norte. Para entonces, en la mismísima Quinta Avenida de Manhattan, en Nueva York, solía estacionar un camión con prendas colgadas en su interior para hacer shopping al paso, y la postal se repetía en Miami o el sur de California.
El interior del “fashion truck”: como en el shopping, pero sobre ruedas.
En Buenos Aires, casi tímidamente, empiezan a verse iniciativas similares en la ciudad y en la costa. Durante todo enero, por ejemplo, pudo verse un fashion truck en el centro comercial de Cariló que, en el modo “pop up store” (local de venta eventual) abrió sus puertas con la colección de verano de la marca System, de indumentaria femenina.
“Nosotros no tenemos puntos de ventas exclusivos, habitualmente estamos en tiendas multimarca, así que esta experiencia nos da la posibilidad de que mucha gente nos conozca”, explica Pilar Martel, responsable de Comunicación e Imagen de la firma.
Habitué de Cariló en temporada, María Victoria André (56), ama de casa, pasó por el truck y se llevó siete prendas. “Me encantó cómo estaba ambientado el camión y a mí la ropa me puede. En medio de mis vacaciones encontré todo lo que buscaba: pantalones, campera, piloto y camisas”, dice, y asegura que si las boutiques ambulantes se vuelven tendencia, ella será una fan.
En el fashion truck de Mercado Libre se pudo comprar prendas y accesorios de diseñadores como Santiago Artemis y Sofía Sarkany.
Para los responsables de la industria fashion, esta posibilidad de ir en busca del consumidor a lugares públicos y abiertostambién convive con la compra online, en permanente crecimiento. En la primavera pasada, los diseñadores Santiago Artemis, Sofía Sarkany, Florencia Monis y Bianca Siconolfiparticiparon de una iniciativa del sitio Mercado Libre que combinaba una vidriera real con un shopping virtual. Durante dos jornadas, sus productos (indumentaria, calzados, accesorios) se pudieron ver y probar en un camión ubicado en Barrancas de Belgrano y Plaza Francia, al mismo tiempo que se podían adquirir online.
Para completar el look, también hay centros de belleza rodantes que ofrecen cuidados para el pelo y la piel. Durante noviembre y diciembre pasado, L’Oréal Argentina montó su “Kerástase Hair Lab” en un camión que visitó aeropuertos y eventos deportivos. Más que una peluquería, este “laboratorio para el pelo” tuvo a estilistas especializados que ofrecían hacer un diagnóstico capilar gratuito para poder elegir el mejor producto para el cabello.
Laboratorio del pelo: en el truck de Kérastase, estilistas ofrecían un diagnóstico capilar.
“La mujer actual tiene cada vez menos tiempo para dedicarse a sí misma, por eso nos acercamos a los lugares donde ellas están paseando o de viaje, y les proponemos dedicar unos minutos para que salgan renovadas y embellecidas”, cuenta Leticia Delrieux, Jefa Técnica de Kérastase en Argentina. La experiencia fue tan positiva que planean llevar la propuesta a otras ciudades argentinas.
Otras iniciativas de belleza que ganaron las calles fueron los trucks de Elvive, con salones de peinado móviles en Mar del Plata y Pinamar, y los de la firma de dermocosmética La Roche-Possay, que el año pasado recorrió el país con consultorios para chequeo de lunares y asesoramiento sobre el cuidado de la piel.
Cosmética al paso: el truck de La Roche-Possay hay dermatólogos para asesorar sobre el cuidado de la piel.
A mitad de camino entre los puestos de la feria del barrio y los lujosos locales de los shoppings, los fashion y beauty trucks irrumpen en el paisaje urbano. Ahora las últimas tendencias en moda y belleza también pueden estar en una furgoneta.