Patentes de invención en la Industria de la Moda



Una patente de invención es el derecho exclusivo de explotación y uso por el plazo de 20 años que la ley otorga a toda creación humana que tenga actividad inventiva, sea  novedosa y posea aplicación industrial.

Por novedosa debe entenderse que no este comprendida dentro de los conocimientos que se hicieron públicos hasta ese momento; por aplicación industrial, que como consecuencia de la invención, se pueda obtener un producto o resultado y por último, por actividad inventiva, que la invención no sea una consecuencia evidente a la que cualquier entendido en la materia pueda llegar.

Dicho esto y haciendo un primer análisis, parecería que las creaciones que tienen lugar en la industria de la industria de la moda no serian, en principio, patentables.

Pero eso no es así. Teniendo en consideración los avances de carácter técnicos obtenidos en los último años, nadie dudaría que podría ser patentable, por ej., el desarrollo de una tela que por sus componentes no se arrugue, sea más suave, más resistente a determinados elementos  o bien que sea ignifuga. 

De esta forma, las patentes de invención podrían llegar a desembarcar en el mundo de la moda sin dificultad alguna.

A la fecha, existen numerosos casos en el plano internacional donde se han obtenido patentes de invención en industrias textiles.

Podemos citar como ejemplo a la empresa dinamarquesa Novozymes, una empresa de biotecnología con especialización en microorganismos y enzimas, que hasta el año 1987 no tenia injerencia en el mundo de la moda, desarrollando en ese año  el uso de encimas en el tratamiento de los tejidos. 
Así, presentó una solicitud de patente de  tecnología  para el tratamiento de jeans, otorgándoles mediante la aplicación de una enzima (celulasa) un aspecto desgastado.
Como consecuencia de dicho proceso, Novozymes licencio ésta y 4200 patentes más que fueron solicitadas con posterioridad, recibiendo una gran aceptación en la industria.


Otro caso relevante es el de la firma italiana Grindi S.r.l. quien desarrolló una tela a la que denominó “Suberis”, de corcho con la suavidad del terciopelo y la ligereza de la seda, pero con particularidades que la hacen única: no se mancha, es lavable, no se arruga, es impermeable y resistente al fuego.
En el año 1998 la firma presentó una solicitud de patente, lo que la llevo a ser hoy la tela utilizada en numerosas prendas de vestir, calzados e indumentaria deportiva.
Para conocer más sobre este caso, 
www.wipo.int/sme/es/case_studies/suberis.htm.


En lo que respecta a indumentaria deportiva, podemos ver el caso de la empresa Speedo, la que creo una tela llamada “FastSkin”, la cual inspirada en la piel de tiburón logró reducir la presión de arrastre en el deslizamiento dentro del agua, permitiéndole a los competidores ganar segundos de vital importancia en sus competencias deportivas.


Así, vemos que las patentes de invención pueden estar vinculadas al mundo de la moda, resultando de muchísima utilidad e innovación, permitiendo a las empresas actuantes en la industria obtener ingresos “extras” de las regalías provenientes de las licencias otorgadas, ya que sin el otorgamiento de la  licencia por parte del inventor, nadie podrá utilizar legalmente la patente de invención.

Una opción que tanto Pymes como grandes empresas no deberían dejar de considerar.